martes, 30 de octubre de 2012


Y al deslizar tus dedos sobre sus dedos, se accionó el mecanismo de la perfección. Supo descubrir que era lo perfecto, quiso para el tiempo en ese instante, mientras sus labios se juntaban. Le quería, le quería con toda su alma, y él ¿qué decir de él? Un loco enamorado que daría todo por ella.
Él cura sus heridas con sus besos, donde ella siempre regresa, una y otra vez, que no hay mejor medicina que esa y ese momento exacto, lo puto mejor.

lunes, 29 de octubre de 2012

Te he perdido entre la gente, te he adorado y te he odiado y en el fondo sabes bien que en los peores momentos llevas dentro un ángel negro que nos hunde a los dos. Y cuando llega el nuevo día me juras que cambiarías, sí, pero vuelves a caer. Te dolerá todo el cuerpo, me buscaras en el infierno, porque soy igual que tú. Todo lo que siento por ti sólo podría decirlo así, todo lo que siento por ti sólo sabría decirlo así. Para viajar a otros planetas por corrientes circulares te dí una cápsula especial, pero ahora tu cabeza es una tormenta de arena y cada noche una espiral.

Por no luchar, se acabó marchando.

Podrá sonar egoísta, pero estoy mejor sin ti, sin tus celos, sin tus enfados. Estoy mejor sabiendo que yo no era la persona perfecta para ti, que tienes toda una vida llena de momentos por vivir. Siempre supe que de alguna forma u otra todo acaba y no me arrepiento de estar a punto de perder todo por ti, aunque descubrí la capacidad que tengo para perdonar y seguir dando oportunidades aunque no sean merecidas. He aprendido a tu lado lo que fue querer de verdad, el significado de echar de menos, de llorar como una niña pequeña muchas noches, de tragarse el orgullo una y otra y otra vez. En cualquier caso, de depender de alguien, alguien importante para ti, que poco a poco, te va defraudando. Conocí lo que es ser una persona cobarde, que no sabe enfrentarse a sus miedos, que solo sabe aferrarse a algo que al final se acabará marchando por luchar solo cuando ya habías perdido la mitad de la batalla. Puede que cada primero de mes por una u otra razón te recuerde, igual que lo hago de vez en cuando, cuando paso por todos aquellos sitios donde solíamos estar juntos, pero no te creas, ni te sientas importante, no lo hago siempre. Sé que estás mejor sin mí, que encontrarás a alguien que de verdad tenga esa pieza del puzzle que te falta, pero eso sí, tú deseaste que yo algún día sintiese lo que sentiste tú cuando todo terminó, hoy soy yo la que te desea que alguna vez te sientas como me sentí todo ese tiempo a tu lado, tocando el cielo, bajando a lo más profundo del suelo, llorando miles de noches, tragándome el orgullo, decidir si seguir adelante o parar ahí y cuando termines con todo, dejarle claro a la otra persona que por no saber arreglar todos sus fallos, nunca más volverás.

lunes, 22 de octubre de 2012

Que a mí con un "te quiero enana" ya me has ganado para toda tu vida.


Sí, he de reconocer que al corazón no se le puede engañar en eso del amor, que las mariposas existen y está científicamente comprobado, los celos las acompañan y las sonrisas tontas cuando te hablan van todo junto. Pero hay veces que el corazón se aleja de su dueño y no siempre la persona que se lo lleva le sabe cuidar bien. Yo no pido un príncipe azul de cuentos de hadas, básicamente porque esos no existen, ni tampoco busco al chico perfecto de toda peli ñoña, no. Las cursiladas son bonitas, pero al día de hoy tampoco me hacen falta y los besos en el cuello, he de admitir que son lo mejor que existe en esta vida. No te pido que me digas todos los días "buenas noches princesa", primero porque le he cogido repelús al "princesa" y segundo porque donde esté un enana o un pequeña, que se quite todo lo demás. No, tampoco te voy a pedir que me lleves el desayuno a la cama, me conformo con dormir a tu lado abraza, sintiendo tu respiración en mi cuello y al despertar, verte ahí, como un niño pequeño abrazado a mí. Eso de estar juntos todos los días está bien, muy bien, pero a mi eso de que me veas por la calle, vengas corriendo a besarme y te vuelvas a marchar con tus amigos, te digo yo que me enamora también más que suficiente. Eh, que también me olvido de hablar contigo todos los días, con que suene el móvil en el momento exacto y con las palabras exactas, no pondré ninguna pega, pero eso sí, siempre que tengas ganas de ti, apaga el móvil, no voy a parar hasta que me hables. ¿Celos? No, celos locos y absurdos, de esos que lo matan todo no, antes me tiro por un puente y se acaba antes, sí, que lo sé, unos celos así tontos es lo más bonito que hay, pero tontos, no exagerados. Y por último, yo no te pido que pases tu vida a mi lado, que te cases conmigo ni mucho menos, con que el tiempo que estemos juntos sea lo más bonito para recordar y me hagas feliz todos los días sin que apenas tú te des cuenta y se te escape más que de vez en cuando un te quiero enana, a mí ya me has ganado para toda tu vida.

Vuelvo a ser la estúpida que pierde una vez más.


Todos los días perdemos minutos, segundos, oportunidades insignificantes que pasan y nosotros ni siquiera nos damos cuenta. Somos de esos que no les gusta esperar, unos impacientes, no nos gusta perder, ni arriesgar, pero si nos gusta jugar. Somos extremos opuestos, encadenados por simples hilos con una lazada, pero incapaces de soltar. Y yo sigo siendo esa niña inmadura que de tanto esperar se cansa, que ve las oportunidades llegar pero luego nunca las aprovecha, tonta, sí, digamos que soy una chica tonta que por darlo todo, por dejarse llevar, por querer lo inalcanzable, por no luchar más de la cuenta, por rendirse demasiado y antes de tiempo, por ser una cabezota, una chica de ideas fijas, la que da a los demás todo lo que tiene, sin esperar a recibir nada a cambio, la que se ilusiona fácilmente, con todo, con nada, sí, me encariño rápidamente, de las cosas, de la gente, de los momentos de las canciones y en definitiva, siempre vuelvo a ser la estúpida que pierde una vez más.

sábado, 13 de octubre de 2012

Suena demasiado bien.


Parar el destino una vez más y darle la vuelta a todos los planes. Pasar de reír a llorar a carcajadas, de salir corriendo a enfrentarse a todos los miedos, cambiar un no por un sí, un "no puedo" por un "lo conseguiré". Llegar justo a tiempo antes de que la puerta se cierre y poder abrir una ventana más, saltar por un barranco y antes de llegar al borde volver al principio y saltar otra vez. Porque de todas las cosas que hagas, solo eres tú quien decide hacerlas y aunque es imposible ganar al destino, lo intento unas 42651051286432 veces más y me retiro.

Cuando te marches te diré que te quiero.


Última noche en la Tierra y tal vez no vuelva a verte jamás. Así que ven, abrázame, hagamos este momento solo nuestro, quiero sentir tu respiración en mi cuello, los latidos de tu corazón en mi pecho. Oler a ti cuando me aleje, saber que eres lo mejor que tengo y tendré en mucho tiempo. Necesito que me prometas que vas a sonreír pase lo que pase, que nadie te va a hacer daño, que eres fuerte para luchar contra todo lo que venga. Solo dame un beso de esos que rozan el cielo, que hacen ruido, que son perfectos y vuelve a abrazarme una vez más, por lo que pueda pasar. Cuando te marches te diré que te quiero, necesito saber que lo recordarás siempre, pase lo que pase y que por mucha distancia que nos separe, el corazón no cambia de opinión.

Jessie J.


Miro fijamente mi reflejo en el espejo, ¿por qué me estoy haciendo esto?. Estoy perdiendo la razón a causa de un pequeño error, estuve a punto de dejar mi verdadero yo en el estante. No pierdas a quien eres en la mancha que dejan las estrellas. Ver puede ser engañoso, soñar es creer, es bueno no ser correcto, a veces es difícil seguir a tu corazón. llorar no significa que has perdido, todos tenemos moratones, sé fiel a lo que eres, solo sé como eres.

Que nadie rompa tus sueños.


No dejes que acabe el día sin haber crecido un poco más, como tampoco dejes que se acabe sin haber sido feliz. No permitas que nadie rompa tus sueños, siempre se podrá luchar por ellos. Nunca dejes de creer en tus palabras, solo ellas te hacen fuerte en los peores momentos. Solo lucha por lo que quieres, haz lo que sueñas, toca el cielo mil veces y vuelve a bajar, serás un gran sabio si mientras tocas el cielo tienes los pies en el suelo.

No siempre al tropezar le sigue el levantarse.

A veces me gusta esconderme en un mundo lejano, imaginar que todo va bien, que no hay fallos ni malas pisadas. Que todos los días sale el sol y tiñe la ciudad de mil colores, que la lluvia no son gotas de agua que mojan, si no besos que acarician la piel. Y me gusta pensar que todo marcha sobre ruedas, que no hay contratiempos y que no tengo que aprender a bailar bajo la lluvia. Pero hasta en los sueños siempre tiene que haber algo que lo estropee, que te haga abrir los ojos y darte cuenta que existen los días grises, las lágrimas en la almohada, las caras tristes y los besos sin sentido. Que caer a un pozo profundo está a la orden del día y hay veces que la cuerda para salir te hace sangrar las manos. Luchar muchas veces cansa y rendirse puede llegar a ser un escudo de protección contra el miedo. No todos estamos hechos de hierro y a veces rectificar no es de sabios, como tampoco se puede aprender nada de los errores y no siempre al tropezar le sigue el levantarse. Y sí, a veces sonreímos al mundo solo para que él nos vuelva a sonreír.

viernes, 12 de octubre de 2012

Tengo ganas de ti.


Esta semana pensé en secuestrarte en mi casa, luego miraba tus fotos al irme a dormir. Quiero saber como eres saber qué te pasa y por fin, que me conozcas y que te enamores de mi. Nunca pensaste que fuera a encerrarte en mi casa, nunca pensé que pudiera yo hacerte esto a ti. Comprenderás que esta era la única forma de hacer, que me quisieras y no repetir otra vez. Todas las noches me acuesto y te busco en mi cama y tú nunca estás pero sé que mañana, ya nunca podrás olvidarte de mí. Voy a ser tu pesadilla de noche y de día, y tú me dirás "eres toda mi vida", no digas que no aún no has estado aquí.

jueves, 11 de octubre de 2012

Only girl in the world.

Quiero que me ames, que sigas pensando en mí haciendo lo que te gusta. Así que chico, olvídate el mundo, porque solo seremos tú y yo esta noche. Quiero hacerte rogar por ello y luego haré que te tragues tu orgullo. Quiero que me hagas sentir como si fuera la única chica en el mundo, como si fuera la única que alguna vez amarás, como si fuera la única que conociera tu corazón, la única chica en el mundo.

Tu último pensamiento; que el tiempo no para ni por ti ni por nadie.


El tiempo no va a parar por ti, la lluvia no va cesar cuando salgas a la calle, las canciones no van a parar para que entiendas la letra, el sol saldrá, pero la noche acabará volviendo. Los días no van a correr, ni van a ir más lentos, los relojes se pueden parar, pero eso no significa que el tiempo se haya parado.
Pasarás de ser un niño indefenso a ser el más fuerte, los primeros amigos, el primer día de clase, los enfados, los abrazos, las tardes en el parque, las Navidades perfectas, las noches sin dormir por tu cumpleaños. Te convertirás en adolescente y llegarán las tardes con los amigos, la primera chica, el primero beso, la primera vez. Dejarás de abrazar a tu madre y dormirte con ella en el sofá, te darán la típica charla si te ven con ella. Vendrán las rayadas, las preocupaciones, las noches sin dormir, unas por exámenes, otras por ir de juerga. Bajones, días perfectos, te comerás el mundo, te caerás a miles de pozos, te romperán el corazón, romperás corazones. Te caerás, te levantarás, porque ¿sabes qué? no te queda otra, sino acabarán pisándote. Te sacarás el carnet de conducir, pero antes le habrás pedido a tus padres que te diesen un par de clases. Todos los veranos tendrán una historia diferente, irás al gimnasio para ser un escándalo en la piscina, te marcharás a la universidad, tu madre te despedirá con lágrimas en los ojos y tu padre la abrazará fuerte. Te enamorarás perdidamente de ella, la querrás para ti, harás miles de locuras por conseguirla, seguirán las noches de fiesta, nuevos amigos, gente que viene, gente que se va, que se ha ido y en algunos casos, los peores, ya no volverán. Echarás de menos, te echaran de más, te querrán, otros en cambio te odiarán, te pegarás con un gilipollas de mierda, insultarás por esa borrachera que llevas encima. Un trabajo, una casa, un coche y ella en tu vida, os casáis, cumples los treinta, tienes uno, dos, puede que tres hijos, dejas de lado el sueño de comprarte un Ferrari rojo y te compras ese monovolumen para llevar a los niños al colegio. Te encontrarás con antiguos compañeros de clase, quedarás de vez en cuando con tus amigos de toda la vida. Se te estremecerá la piel cada vez que escuches esas vocecillas por las noches diciéndote "papá, papá, tengo miedo" y les abrazarás tan fuerte, pero a la vez con tanta delicadeza que te dará miedo que les pueda pasar algo. Caerás en la rutina de todo cuarentón, pero tú, serás guapo y seguirás estando bueno, eso lo tienes más que claro. Perderás a gente por el camino, cada vez y poco a poco a más, es algo inevitable y aunque duela, te haces el fuerte y sigues adelante. De vez en cuando la llevarás, los sábados sobre todo, el desayuno a la cama y las noches en las que los niños se duermen pronto haréis la noche toda vuestra. Pasarán los años, tus hijos se harán mayores, y se repetirá la historia otra vez. Dejarás de ir de vacaciones con ochenta trastos en el coche e iréis a un hotel en primera linea de playa, solos, ella y tú. Cambiarás el monovolumen por tu precioso Ferrari rojo, te jubilarás, cuidarás de tus nietecillos, les malcriarás comprándoles todas las mierdas que quieran y les dejarás saltar en tu cama mientras escuchas la voz de tus hijos diciéndoles que se bajen de ahí.
Las arrugas cubrirán todo tu cuerpo, sabrás que la hora se acerca, tarde o temprano llega ese momento, te despides, de todos, intentando no dejarte a nadie, no sabes cuando les volverás a ver. Y es en ese momento en el que tu corazón se para, el último suspiro, un único adiós y tu último pensamiento; que les echarás de menos y que el tiempo no para ni por ti ni por nadie.





-¿Es una costumbre tuya caerte de los sitios?
+Solo si tú vas a buscarme.

miércoles, 10 de octubre de 2012

¿En serio merece la pena guardar tu sonrisa en un cajón por ese idiota? No voy a decir que eres una princesa, porque no creo en los cuentos de hadas, pero te diré que vayas con la cabeza bien alta, nada de coronas, que son una verdadera cursilada, pero sí una gran sonrisa, de esas que iluminan el alma. Quizás tú no lo sepas, pero en cualquier momento, cualquier persona se puede enamorar de ella.

¿A ti nunca te han dicho que si es tuyo volverá?

-Tengo miedo.
+¿Miedo, DE QUÉ? Escúchame, hoy no voy a dejar que nadie te quite esa sonrisa tan bonita que tienes, ni pienso dejar que te hundas en el pozo más profundo que encuentres. Vas a dejar todos esos putos miedos a un lado y vas a saltar, conmigo o sin mí, eso da igual, pero vas a tocar el cielo y no con la punta de los dedos, lo vas a hacer con la palma de tus manos. ¿Y ves todos esos retos que tienes ahí esperando para hacerlos? Pues hoy los vas a hacer, uno por uno, y le vas a decir a tu madre que te has hecho ese tatuaje que tanto te gustaba en la espalda, a él le vas a decir que te gusta, desde la primera vez que le viste hace ya un par de años, que le quieres de verdad, que no puedes vivir sin verle aunque sea un solo segundo al día, que su perfume estremece tu piel y su voz, que decir de su voz, melodía para tus oídos. Vas a coger todas las cartas de esa persona que se ha ido y que ya no volverá más y las vas a romper, no, no estoy loca, las vas a romper, una por una, en el sitio más alto que encuentres, allí donde reine la paz, y cuando estén rotas en cachitos, las vas a tirar, vas a dejar que vuelen, todos y cada uno de esos cachos, sí, lo sé, es una locura, pero dime, que prefieres ¿leerlas mil veces, una y otra vez, todos los días y acabar llorando, llorando tanto que duele como el primer día o dejar que los cachos vuelen y allá donde esté le lleguen al alma? Créeme, en esta vida, a veces solo necesitas un gran empujón para pasar página y dejar de sufrir, aunque sea un poco. 
¿Te acuerdas de aquella vez que querías hacer paracaidismo? Estás de suerte, hoy lo vas a hacer, y me apuesto lo que quieras a que te acuerdas aquella vez que me dijiste que querías cantar delante de miles de personas, pues no se quien coño viene a cantar hoy a Madrid, pero tú cantas mil veces mejor, así que ponte guapa que te va a escuchar medio mundo. No grites, pero tienes una araña justo detrás, lo sé, sé que te dan miedo, pues te vas a girar y las vas a decir: "mira chata, tendrás más patas que yo, pero mido diez veces más que tú, así que lo siento, pero no puedo decir que un placer conocerte" y la vas a pisar, con todas tus fuerzas, con todas tus ganas. También sé que tienes miedo a perder, pero a veces perdiendo se ganan demasiadas cosas, muchas más de las que puedes pensar, ¿a ti nunca te han dicho que si es tuyo volverá? pues aférrate a eso, que es lo que cuenta. Eh, que sí, que me acuerdo que querías hacer miles de locuras, y hoy las vas a hacer todas, porque dime ¿de que sirve el miedo? De nada. Lo único que hace es frenarte cuando vas a hacer cosas que de verdad quieres, te hace perder oportunidades, dejar pasar trenes que luego nunca vuelven. Así que, prométeme que vas a dejar el miedo por ahí perdido y vas a comerte el mundo a bocados, porque ¿a caso el miedo alguna vez se preocupo por ti?. 

Una sonrisa falsa dedicada al espejo.

El día es gris, te despiertas, das vueltas en la cama buscando a ese príncipe azul que nunca llega, y das más vueltas, buscando alguien a tu alrededor, alguien a quien mirar y que sea la primera persona que se gane tus buenos días, tu primer beso después de toda una noche sin utilizar esos labios, un abrazo tierno, de esos que todo lo pueden. Sigues buscando, no hay nada, otra mañana más por reconocer que te quedan muchas por delante iguales a esta. 
Es que, el objetivo de sonreír a veces se hace más lucha que objetivo, te paras, lo analizas y piensas: joder, solo son un par de músculos, no es tan difícil. Te miras al espejo, no esta ahí, no ha aparecido esa sonrisa de niña buena que tanto le gusta. 
Coges el móvil, ni rastro de su presencia, ni un whatsapp de "buenos días princesa" o solo uno que diga "despierta dormilona, que ya te estaba empezando a echar de menos". Vuelves a mirar, lo miras, haces la letra más grande, más pequeña, la dejas igual que antes, miras su última conexión, la observas fijamente, la analizas y vuelves a la conclusión "ni rastro de él". 
Desilusionada abres el armario, un camiseta por aquí, mis pantalones favoritos y un jersey cualquiera, te maquillas, una sonrisa falsa dedicada al espejo y justo en el momento en que tus pies pisan la acera de la calle, la sonrisa de todos los días, esa que esconde todo aquello que guardas en casa. 
Llegar a tu destino y verle ahí, él si que sabe sonreír de forma diferente, sin problemas aparentes, natural como la vida. Sí, por fin sonríes tontamente, te encanta, te encantaría que él supiera que es el motivo de tus sonrisas, que se intrigara por todos los misterios que escondes, seamos sinceros, te encantaría un beso suyo, el cielo gris y unas cuantas gotas de lluvia. Pero dejando de lado eso de ser ilusos, hoy el día seguirá siendo gris, acabará lloviendo y te acordarás que te has dejado el paraguas encima de la mesa y toca pasearse bajo la lluvia. 

martes, 9 de octubre de 2012



¿Recuerdas aquella vez que te dijeron que estabas jugando con fuego? Al final terminaste quemándote, dejaste marchar a quien te quería y ahora solo te queda aprender a perder y ser feliz aunque los días estén nublados.  


Despierta dormilona, que ya te estaba empezando a echar de menos.


Quédate con el que te diga "despierta dormilona, que ya te estaba empezando a echar de menos" con ese que deje todo por ti, que te entienda sin palabras, que sepa lo que quieres con solo mirarte. El que no te llame princesa y te haga sentir como una de ellas, que te quiera cuando menos te lo merezcas porque será cuando más falta te haga. Quédate con aquel que antes de criticarte prefiere arreglar las cosas y dejar el orgullo a un lado, que te defienda por encima de cualquier pero, por encima de cualquier idiota, sobre todo, que te ponga el listón bien alto delante de todas aquellas personas que te quieren ver jodida y hundida. Nada de celos locos y exagerados, eso significa que confía en ti y de verdad. Quédate con aquel con quien compartes miles de sonrisas cómplices y miradas que lo dicen todo sin decir apenas nada. Con el que te demuestre que si de verdad te quiere te busca, por cielo, por tierra, por mar, no se cansa, te busca, te encuentra y entonces es cuando no te suelta. Pero sobre todo, quédate con el que no te diga millones de veces que te quiere y te lo demuestre a cada paso, a cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo, que te deje claro que para él siempre serás lo primero y lo más importante.

martes, 2 de octubre de 2012

Tontos hay en todos los sitios, pero muchos no merecen la pena.

Saber que en un segundo todo cambia, que las cosas más insignificantes pueden ser las más placenteras, que luchar a veces solo es hacerse daño y que morir es hacer descansar por un momento al alma. ¿Qué llorar es de idiotas? Más vale derramar unas cuantas lágrimas a tiempo que aguantarse las ganas, a veces hay que parar un momento, dejar todo de lado, pararse en frente del espejo y decir "basta, hoy quiero llorar hasta quedarme sin fuerzas" pero después, ser capaz de tirar todos los pañuelos usados, ponerte de pie, lavarte la cara y decir "ahora, puedo seguir mi camino y no dejar que nadie me lo arruine". Está demostrado que las personas que más te entienden son las que han pasado por lo mismo, que es más amigo el que te dice "a quien coño tengo que matar" sin que tú digas nada, o ese que justo antes de que te hundas en lo más profundo, te agarre fuerte y te diga "estoy aquí, justo detrás de ti, por si te caías". Y es que a veces tenemos más en cuenta los errores de la gente que todo lo que han hecho por nosotros, es demasiado cierto eso de que un error siempre irá por delante de mil aciertos. No sabemos ponernos en su lugar y comprender, ver como se sienten, lo que piensan y entonces tenderlas una mano o pegarlas una hostia para que reaccionen. Masocas, todos somos masocas, ¿quien no ha estado rayado y jodido y se ha escuchado todo el repertorio de canciones tristes que encontraba por youtube? Todos, todos sin excepción lo hemos hecho alguna vez, igual que al caernos con una piedra al final la hemos cogido cariño y hemos tropezado con ella tantas veces que ya pierdes la cuenta. Que la vida es eso que pasa mientras lees esto,  mientras ríes, mientras lloras, cuando te rayas, cuando sonríes, cuando explotas y luego lloras. Al pegar a alguien, al sentir los abrazos de las personas que quieres, cuando hueles su olor, mientras tu cuerpo está presente en un sitio y tu me mente está en cualquier otro. Quédate con lo bueno de las cosas, y recuerda, que las verdades siempre van por delante, que el que de verdad te quiere te creerá y confiará en ti y el que no lo haga, que le jodan, que tontos hay en todos los sitios y muchos de ellos no merecen la pena.

lunes, 1 de octubre de 2012

Con ganas de ser lo que un día fueron y nunca más serán.

¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? La vida nos tenía preparados unos cuantos días juntos y luego nos volvería a separar, pero eso ni tú ni yo lo sabíamos. Empezamos como todos los demás, como simples extraños, en el momento justo en el que las miradas se cruzan y se corresponden con una sonrisa falsa, inesperada. Eramos incapaces de mirarnos, de hablar, de dejar de ser extraños. Y entonces, algo cambia, se acciona la pieza,  te haces parte de mi vida, un cachito de mi historia, la parte justa del momento exacto de una época dorada. Y un día, así de la nada, tus labios rozan lo míos, y sonrío, igual que una niña pequeña, igual que abrir todos los regalos debajo de un árbol de navidad. Tú, tan simple y tan sencillo, sin nada que mostrar, con poco que ofrecer, ¿y yo? yo locamente enamorada. Supiste hacer de mis días los mejores, aunque ahora no lo admita, cada día que terminaba, antes de dormir, pensaba que había sido perfecto gracias a ti, que esta historia nunca acabaría, terminaría callando todas esas bocas que decían que tú y yo nos alejaríamos, que terminaríamos como extraños. Pero no las callé, tú las ibas alimentando poco a poco, con tu orgullo fuerte, con tus celos locos, con tus ganas de vivir algo que esta vez no tocaba, con ganas de demostrar todo sin demostrar apenas nada. Entonces se rompe, se rompe todo en pedazos, en miles, en millones, en pedacitos tan pequeños que son imposibles de volver a juntar, el daño ya está hecho, algo irreparable.
Supiste hacerme princesa de un cuento, tocar el cielo, no con la punta de los dedos, sino con la palma entera de la mano, hacerme fuerte gracias a que tú estabas a mi lado, sonreír siempre, sin motivos, con ellos, con ganas, sin fuerzas. Pero como todo humano, los dos supimos fallar en este juego, caímos en el pozo, nos dejamos llevar, nos alejamos, nos tratamos como extraños, en un mar de decisiones, en ese momento en el que los caminos se separan, en ese instante en donde nada nunca vuelve a ser igual. Ahí, en nuestro momento de la historia, donde terminamos exactamente igual que empezamos, cuatro palabras tontas y dos extraños que se alejan con lágrimas en la cara, con ganas de gritar, con ganas de ser lo que un día fueron.

Date la vuelta y mira atrás.


He sabido alcanzar el vacío en la cumbre más alta de la vida, allí donde no queda nadie, ni las gotas de oxigeno son capaces de rozar tu boca y entrar por los poros de tu piel. Saber estar rodeada de gente y sentirse sola, es una gran capacidad que tiene la vida, esa que a veces te regala cuando menos lo necesitas o simplemente, cuando paras el tiempo, observas el momento y ves que nadie de los que te rodean te comprenderán solo una vez en esta vida. También supe alcanzar el cielo, mientras rozabas mi cuerpo, mientras tus manos se deslizaban por mi espalda, lentamente y todos y cada uno de los centímetros de mi piel se estremecían, sentía que nada podía ser más perfecto, que a tu lado la perfección existía.  Luego, supe tocar el fondo de cualquier océano, profundidades inigualables, allí donde el oxígeno tampoco llega, donde solo el agua te acaricia, donde ni los peces más raros se pasean, allí donde no queda nada ni nadie, solo oscuridad. He de reconocer que también caí en un pozo, de esos que no tienen salida, de esos que no existe ni el eco, en donde no salen las lágrimas para llorar, ni eres capaz de escuchar tus pensamientos, solo sientes el frío adentrándose en tu cuerpo y esas ganas invisibles de gritar que nada las calma. Sí, estuve en lo más alto y en lo más bajo que tiene la vida, ya que de rachas se vale ésta. Saber alcanzar todo lo logrado es cosa de sabios y ni ellos lo logran siempre, porque todo lo que se quiere, nunca se tiene. Cada paso que des para acercarte a tu destino, más kilómetros te pondrá la vida para no llegar, pero eso sí, cuando dejes de andar y pienses que todo esté perdido, date la vuelta y mira atrás, el camino que has dejado a tu espalda es demasiado largo y costoso como para pararse ahora y no llegar a la meta final que pone la vida.