Como jode tener una espina clavada y que
no salga ni apretando. A veces la vida es tan puta que nos hemos curado de
tanto espanto. Porque nos vemos y seguimos girando la cara, por miedo a
encontrarnos frente a frente, cara a cara, por mirarnos a los ojos y ver que
aún queda alguna llama. Pero en realidad no queda nada. Solo quedan perdones y
promesas que se esfumaron con el viento todas las madrugadas que te esperé
despierta, para ver si me hablabas. Ya ves, siempre he sido la idiota que te
quiso de forma fugaz y rápida, pero intensa.
Como jode, ¿eh? que hayamos hecho nuestras
vidas sin formar parte de las nuestras, porque en realidad el nosotros se
esfumó cuando quizás tú o quizás yo cruzamos la línea. En realidad nunca
entendía nada, pero no me importaría quedar contigo para tomar un café y
decirte que la vida ha sido puta pero que yo he sido más guapa. No te negaré
que pensé en ti hace tiempo, que te lloré alguna noche y que te intenté borrar
sin éxito, igual que alguien borra todos los archivos de su móvil porque sabe
que en el ordenador tiene una copia.
Ojalá en otra vida nos volvamos a
encontrar sin rencores, tampoco sin amores, solo para contarnos que nos fue
bien por separado y que juntos íbamos a ser un puto desastre. Quizás el
desastre más bonito, aunque no lo creo, Nunca fuimos bonitos juntos, solo
fuimos juntos sin en realidad estar unidos.
Solo me queda tener el valor de mirarte a
la cara y que me saques la espina, porque aunque fuiste tan fugaz, diste en el
clavo y al igual que una de esas ferias americanas, saltaron todas las
alarmas.