martes, 18 de agosto de 2015

'Ojalá las cosas cambien' 

Me dije.

Y desde entonces el sol salía por las noches, la luna aullaba, yo dormía por el día y esperaba que cuando las tostadas fueran a saltar, alguien me dijese: ¡cuidado que van a salir! antes de que yo, como una tonta, pudiera asustarme. 


jueves, 13 de agosto de 2015

Esta mañana he ido al médico, cual señora mayor que ve que ya ha vivido toda una vida. Me he sentado en la silla, pensando que de aquella sala debía ser yo quien bajase la media de edad de aquellas veinte o treinta personas. He sacado el móvil para mirar alguna otra cosa que me quitase el aburrimiento que conlleva la espera. Era lógico, nadie más estaba con su móvil. Cuando de repente he oído como una señora que estaba detrás mío le decía a otra "el otro día se lo dije a la médica, ojalá hubiese una pastilla para quedarnos dormidos para siempre y dejar paso a las nuevas generaciones". 
Sin querer he pensado en todo lo que habría vivido aquella mujer que piensa que ya es suficiente. Seguro que tuvo varios hijos, cuatro o cinco a lo poco, y que ahora está feliz de ver a sus nietos, pero que ya está cansada. Pastilla tras pastilla, yendo al centro de salud como quien va al centro comercial. 
Siempre he pensado que es duro ver como los abuelos se marchan de nuestras vidas, sí, es ley de vida, pero duele ver marchar a una persona que te ha curado las heridas, que te ha llevado al colegio o te ha hecho la comida, que le ha enseñado a sus amigos ancianos la foto de la comunión de todos sus nietos y que se ha emocionado cuando le han dicho que son las mejores personas que hay en el mundo. 
Ya ves lo caprichosa que es la vida, yo teniendo miedo a la muerte y gente pensando que ya es hora de descansar en paz. 


miércoles, 12 de agosto de 2015

España.

Dejando de lado los sentimientos, las reflexiones y los parrafazos "cursis", hablemos de política, de la sociedad en general. 
Hay tanto y tanto para hablar sobre este tema, pero principalmente, lo que más me molesta es toparme con personas que a parte de no tener ni idea de la historia de nuestro país, mezclan conceptos de política que, para mi forma de ver, no tienen ni pies ni cabeza.
Hace un par de años llevaba en mi muñeca una pulsera de la bandera de España. cuando la gente la veía me decía cosas como "puag, quítate eso", "españolita" o "mira, la facha". Con esos comentarios poco a poco me di cuenta de que la gente a parte de no respetar, es muy ignorante. La gente se compra camisetas, fundas de móvil, carteras, toallas de playa, edredones o cualquier otra cosa con la bandera de Estados Unidos o de Inglaterra, o de cualquier otro país, y nadie les dice nada al respecto, es más, lo llevan en la mayoría de casos por el llamado "postureo". Pero si yo me compro una toalla de playa de la bandera de España, o una funda para el móvil, soy facha, de derechas, apoyo la dictadura Franquista y miles de barbaridades más que ojalá no tengamos que escuchar en los años próximos porque es muy triste. 
Sí, es triste ver como la gente habla de República sin saber las consecuencias que conlleva para el país, o apoyan la Monarquía porque le gustan los trajes que llevan los Reyes y las Princesas. Es triste también que un país que podría ser mejor aún en cualquier aspecto que imaginemos, esté divido por rencillas del pasado que tendrían que haber sido olvidadas hace tiempo. ¿Por qué una Comunidad Autónoma se quiere separar de su país?, ¿por qué hay pitos hacia el himno de España, o se quema la bandera de nuestro país? y lo más importante ¿por qué no podemos respetar la forma política de pensar del resto?. Pues muy sencillo, porque la situación que tenemos actualmente en España lleva existiendo desde hace bastantes años. 
La forma de pensar, por muy patético que suene se va delegando de padres a hijos. Cada persona debería tener una forma de pensar basada en sus opiniones, sus gustos, su forma de ser, no según la que tenga su padre o su abuelo. Y todo el mundo debería respetar la forma de pensar de los demás, porque la diversidad es lo que hace importante y única a una sociedad. 
Me encanta encontrar a personas que tienen bien clara su ideología y saben lo que puede ser bueno para nuestro país o no, pero al menos han sido ellos los que han formado sus ideas, sin ser, en muchos casos, una mera imitación de algún miembro de su familia. 
Pero lo que de verdad preocupa es que a la gente le importe más el fútbol que la política. La política debe formar parte de nuestra vida y tenemos que estar relacionados con ella. Porque son los líderes del Gobierno los que nos ayudan, o por el contrario, cavan un hoyo para nuestro ataúd. Son quienes eligen las Leyes que tenemos que acatar o la forma en la que tenemos que vivir. Y muchas veces cuando estamos en contra de ello, eso solo sirve para hacer huelgas con piquetes que no entienden que hay gente que no está de acuerdo con el Gobierno, pero que necesita ir a trabajar para que no le quiten ese día de sueldo y así no apretarse más el cinturón a final de mes. O hacer manifestaciones que destrozan mobiliario público, o comercios que no tenían nada que ver, y acaban pegando a policías, que no siempre, pero en algunos casos solo cumplen con su trabajo. O como no, quemar banderas españolas y sacar republicanas a la calle sin entender que una cosa es el Gobierno que tenemos y otra muy distinta una República. 
Me hace mucha gracia la gente que solo se escandaliza cuando sale una nueva Ley o cuando va a haber elecciones, ¿y el resto del año qué? Solo se interesan por los nuevos fichajes de fútbol, o por poder ir a un bar a ver ese partido tan interesante, sin darse cuenta de que si ellos cobrasen menos no se morirían. Mientras otros miramos a ver como va el proceso de ciertas leyes que en cierto modo nos pueden joder un poquito más la vida. 
España, ese país donde la fiesta va como primer adjetivo, donde hermanos de sangre se dejan de hablar por distintas ideologías, donde la política es esa asignatura jodida que solo los empollones aprueban. Ojalá llegue el día que la gente compre revistas de política y no periódicos de fútbol, que luchemos mano a mano contra las injusticias, sin importar la ideología que tengamos, y que lo de pitar nuestro himno o quemar nuestra bandera sean hechos que contar a nuestros hijos. 
Porque nos guste o no, para conseguir la igualdad y la libertad del pueblo, primero deberíamos respetar al prójimo, y dejar de lado las cosas que hubo en el pasado. 

sábado, 8 de agosto de 2015

OJALÁ.

Ojalá las cosas fueran distintas. Ojalá hubiésemos nacido en la época de los años veinte, luciendo vestidos con miles de capas para salir a bailar, y ellos tan trajeados, pareciendo que todos los días son la fiesta de alguna persona elegante y prestigiosa. Ojalá no hubiesen existido redes sociales, porque la misma palabra lo dice "redes", redes que te enganchan, que no te dejan disfrutar de la vida, que te atrapan y que a veces, queriendo o sin querer te hacen daño. Ojalá nos hubiésemos enamorado de otra persona que no nos hubiera hecho daño, quizás de aquella que siempre teníamos cerca y nunca supimos apreciar. Ojalá tener coche solo fuera de ricos, y no existiesen los anuncios que te advierten de que no puedes cambiar una canción mientras conduces o buscar el móvil en el bolso para contestar a un mensaje. Ojalá las cosas fueran diferentes y hubiésemos existido en otro momento, en otro lugar, en otra época donde todo fuese diferente. Ojalá, y lo más importante de todo, fuésemos felices todos los días, sin importar el resto del mundo.

martes, 4 de agosto de 2015

Lucha por lo que quieres.

Si hay una frase que me identifica estoy segura de que sería "lucha por lo que quieres". Y es que, si no luchamos por lo que queremos ¿qué nos queda?. La respuesta más rápida y sencilla sería "nada", no queda nada si no luchas por lo que quieres, pero a veces es una tarea algo complicada. 
La mayoría de veces cuando estás totalmente convencido a luchar, sin importarte lo demás, ni los demás, aparecen otros factores que te impiden ponerte la armadura y ser un gran guerrero. Porque ¿qué pasa con el llamado orgullo? Pues que es lo mismo que si vas a la guerra sin zapatos, no puedes andar, ni correr. Te frena. Y que pena que algo que solamente es una palabra frene más que cualquier barranco con una caída vertiginosa a un mar lleno de rocas. 
Si no es el orgullo también se puede hablar de "si fueran otras circunstancias". ¿Cómo van a ser otras circunstancias?. Son estas, es ahora y somos nosotros. Siempre me ha parecido una frase ridícula para tapar el miedo que tenemos a enfrentarnos a las cosas. 
"Ojalá las cosas fueran distintas" también es una frase que tiene su historia. Dime tú cómo van a ser distintas, si fueran distintas no dejaríamos de dormir por las noches, ni nos quedaríamos mirando a la nada en mitad de una comida, de una conversación múltiple, de simplemente, cualquier momento. 
Ojalá tuviésemos el valor de echarle cojones a la vida y luchar siempre por todo lo que queremos, porque nada es fácil si merece la pena, pero cuando lo consigues el resultado es demasiado gratificante. Porque dime, si no luchas por lo que quieres ¿qué te queda?